A principios de 2022, tres años después de que comenzáramos nuestro programa WASH, decidimos llevar a cabo una medición de impacto a gran escala, realizando encuestas y entrevistas a nuestras organizaciones aliadas para entender cómo los recursos que hemos donado están marcando la diferencia y cómo podríamos continuar ayudando.
Uno de los aspectos más destacados en la medición es la mejoría en la salud y el bienestar, además de promover la dignidad de los beneficiarios: se han reducido las enfermedades; los niños beben más agua porque sabe mejor; los miembros de la comunidad se acercan a nuestros aliados para pedir agua porque saben que es segura.
Otra medición especialmente emocionante es que nuestras donaciones WASH están aumentando la capacidad de nuestros aliados para llevar a cabo sus programas. Afirman que, han reducido el tiempo que dedican tanto a la recogida como a la purificación del agua, lo que les permite dedicar más tiempo a sus proyectos y aumentar el alcance de sus operaciones, aumentando el número de beneficiarios y abriendo sus centros con mayor regularidad.
Este programa está ayudando a nuestros socios a hacer su trabajo de forma más eficaz y eficiente; y, tendrá un impacto sostenible a largo plazo.